Filtración

La FILTRACIÓN es el paso de un fluido a través de un medio poroso que retiene la materia que se encuentra en suspensión, porque las atrapa entre los granos del medio filtrante. La adhesión juega un papel importante dado que parte del material suspendido se adherirá a la superficie de los granos filtrantes.

Uno de los medios filtrantes habituales es la arena y antracita, teniendo como ventaja su costo competitivo, que pueden remover sedimentos y sólidos presentes en el agua, (tierra, arcilla, arena y otros contaminantes), y su operación y control del proceso son muy sencillos.

Otra alternativa son los filtros de carbón activado, recomendados para remover malos olores, sabores o color desagradable del agua y compuestos orgánicos volátiles. El carbón activado tiene una gran área superficial y por lo tanto alta capacidad de adsorción de compuestos, que quedan adheridos a su superficie.

También está la zeolita, medio filtrante que hecho a base de un mineral con propiedades únicas. Su estabilidad y microporosidad lo hacen un medio de filtración perfecto prácticamente para cualquier aplicación en la industria de la purificación de agua y tratamiento de aguas residuales. Está demostrado que la zeolita brinda una mejor claridad en el agua, permite un mayor flujo y brinda una menor caída de presión.

Por su parte, los filtros autolimpiables se caracterizan por su capacidad de filtrar grandes cantidades de flujo de agua, además de retener grandes cantidades de sólidos en suspensión. Una de las ventajas que presentan es que no interrumpen el proceso de producción ya que su sistema automático de limpieza (por detección del diferencial de presión) permite retrolavar sólo una columna a la vez, mientras que las otras continúan en operación.

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